lunes, 29 de diciembre de 2014

Suplica


Asomada a una ventana

mirando  a un muro, detrás de una verja,

se puede escuchar el amargo susurro,
,
el desesperado llanto de una  pobre  vieja.



¿En que los pude ofender,

para verme abandonada entre  rejas? 

rezando pregunta a  Dios,

pero no obtiene respuesta.



Les ofrecí mi tiempo,

mi vida entera,

dando todo por ellos,

dejando su vida resuelta.



Ellos me premian así,

encerrándome para siempre,

dentro de una residencia.



¡Dios mío porqué no escuchas!

la suplica de esta pobre vieja,

que la lleves pronto contigo.

y para siempre alivies sus penas.




Erik Molé


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